entre nosotros,las palabras parecen sobrar.
Me hiciste creer en aquello que creía perdido o creía no era para mí; el derecho a una amistad como la tuya.
Lloramos y reimos juntos. Me enseñaste que las lágrimas de vez en cuando son buenas y que con ellas aprendemos.
Demostramos que una verdadera amistad no conlleva necesariamente años, sino que se forma de momentos y experiencias especiales como las que vos y yo compartimos en poco tiempo.
Me enseñaste a quererte de manera sinigual y a conocerte cada día más. No importa que estemos lejos, nuestra amistad trasciende las barreras y desafía la distancia. No necesitamos decir una palabra cuando algo pasa porque nuestro silencio nos delata y es nuestro corazón el que por nosotros habla.
Gracias por tanto amigo, te quiero muchisimo.
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